miércoles, 24 de abril de 2013

Métodos Anticonceptivos para parejas adultas


Juventud

(Métodos para parejas jóvenes mayores de 24)

A medida que la adolescencia va dejando paso a la primera juventud, suelen ir cambiando los hábitos sexuales: por una parte, se van iniciando relaciones más estables, lo que facilita que se puedan planificar mucho mejor los ‘encuentros’ y que se vaya abandonando ese sexo imprevisto y apresurado que se realiza en cualquier rincón, con o sin protección.
Por otra, hacernos mayores implica que vamos adquiriendo una mayor responsabilidad, que nos hacemos más conscientes de los riesgos de las relaciones sexuales de riesgo. En una palabra, vamos poniendo los pies en la tierra.
Paradójicamente, sin embargo, esta estabilidad a veces se traduce en que comienza a practicarse con más frecuencia el coitus interruptus, tal vez porque los chicos han ido adquiriendo más control sobre la eyaculación, o porque ellas confían más en que se van a ‘retirar a tiempo’.
Preservativo y píldora: Continúan siendo los métodos más utilizados por las españolas, pero, progresivamente, el condón va perdiendo terreno a favor de la píldora, hasta llegar casi a igualarse en su uso: Entre los 20-24 años, un 44,5%  usa preservativo y un 28,5% la píldora; entre los 25-29 años, el uso del condón se reduce a un 36,5% y el de la píldora aumenta a un 35,2%
Otros métodos: Poco a poco se va ampliando la gama de métodos anticonceptivos utilizados. Aunque en un número muy reducido, comienzan a utilizarse los DIU’s y los diafragmas.

Edad Adulta
(De los 30-40)
La década de los 30 a los 40 es decisiva en el terreno de la anticoncepción. Suele ser la etapa en que las españolas comienzan a plantearse la maternidad, y nunca como en este momento cobra más sentido la idea de la planificación familiar: si hasta esta edad sólo hablábamos de evitar tener hijos, es decir, de anticoncepción en sentido estricto, en estos años es cuando se suele empezar a pensar en el número de hijos, en el momento de tenerlos… y en el de decidir que ya no se van a tener más.
Preservativo y píldora: una vez más, siguen siendo los métodos de elección. Ahora bien, van perdiendo relevancia a medida que las mujeres se van haciendo mayores. ¿Por qué? En primer lugar, porque, según se sube en el tramo de edad, cada vez van siendo más frecuentes los métodos anticonceptivos irreversibles (ligaduras de trompas y vasectomías): se considera que se ha cumplido el ciclo reproductivo y que no se quieren más hijos.
En segundo lugar, la disminución del uso de la píldora puede venir motivada por la antigua creencia de que, a partir de los 35 años, era peligroso utilizarla. Hoy, con las nuevas píldoras (que tienen una menor carga hormonal), la mujer mayor de 35 años puede continuar tomando anticonceptivos hormonales sin que impliquen un riesgo para su salud.
Otros métodos: Éstos son también los años del DIU, que pasa a ser utilizado por un 15% de las mujeres. Su incremento viene también motivado porque, a esta edad, es frecuente haber tenido algún hijo, y recordemos que, normalmente, los ginecólogos prefieren colocar estos dispositivos en mujeres que ya hayan sido madres.

Madurez
(A partir de los 40)
A partir de los 40 años nos encontramos con una situación paradójica: se supone que es el momento en el que más experiencia anticonceptiva se tiene y cuando mayor es el control de los impulsos… Pues bien, según concluyen los últimos estudios, las mujeres de más de 40 años constituyen uno de los principales grupos de riesgo de embarazos no deseados…  ¿Por qué? Posiblemente, la razón sea que, a esta edad, van abandonando el uso de los anticonceptivos porque piensan que ya no pueden quedarse embarazadas (se estima que el 51% de las mujeres entre los 40 y los 50 años no usan ningún método).
Entre quienes tienen relaciones sexuales con protección, van siendo cada vez más las que se han hecho una ligadura de trompas (o su pareja una vasectomía) o las que llevan un DIU puesto. El preservativo, no obstante, sigue mandando, y la píldora experimenta un claro descenso (una vez más, motivado por la falsa creencia de que no se deben seguir utilizando métodos hormonales más allá de los 35 años).

Bibliografia:

                                          

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